El Mercado Común del Sur (MERCOSUR) celebra este 2021 sus 30 años como un mecanismo de integración regional conformado por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay y Venezuela (este último se adhirió al bloque en 2006, mientras que Bolivia se encuentra en vías de incorporación desde el 2015).

Desde su creación en 1991 tuvo como objetivo principal propiciar un espacio común que generara oportunidades comerciales y de inversiones a través de la integración competitiva de las economías nacionales al mercado internacional.

BENEFICIOS DEL MERCOSUR

Entre los beneficios del bloque, se encuentran la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos para los países miembros, a través de la eliminación de los derechos aduaneros y restricciones no arancelarias a la circulación de mercaderías y de cualquier otra medida equivalente.

Adicionalmente, las naciones involucradas cuentan con el establecimiento de un arancel externo común y la adopción de una política comercial común con relación a terceros Estados o agrupaciones de Estados y la coordinación de posiciones en foros económicos-comerciales regionales e internacionales.

También existe una coordinación de políticas macroeconómicas y sectoriales entre los Estados Partes: de comercio exterior, agrícola, industrial, fiscal, monetaria, cambiaria y de capitales, de servicios, aduanera, de transportes y comunicaciones y otras que se acuerden, a fin de asegurar condiciones adecuadas de competencia entre las naciones partes del tratado.

ESTADOS ASOCIACIADOS

Como resultado ha establecido múltiples acuerdos con países o grupos de países, otorgándoles, en algunos casos, carácter de Estados Asociados –es la situación de los países sudamericanos como Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Surinam, Guyana y Bolivia–. Estos participan en actividades y reuniones del bloque y cuentan con preferencias comerciales con los Estados miembros del bloque.

El MERCOSUR también ha firmado acuerdos de tipo comercial, político o de cooperación con una diversa cantidad de naciones y organismos en los cinco continentes.

FLEXIBILIDAD EN NEGOCIACIONES

Sin embargo, la celebración no quedó exenta de polémica, ya que el gobierno uruguayo pidió flexibilizar al bloque para permitir que los diferentes socios avancen en negociaciones por su cuenta cuando no sea posible hacerlo en conjunto. De hecho, presentará el próximo 22 de abril, en la reunión de cancilleres de los países miembros del Mercosur, un documento técnico de pedido formal para que se permita que los países miembros negocien acuerdos comerciales de manera independiente al bloque.

En la ocasión, además se analizará la actual situación del histórico acuerdo firmado con la UE en 2019, el cual aún no ha sido ratificado por los parlamentos dada sus inquietudes en materias medioambientales en relación a la deforestación de la Amazonía y Brasil.

Por su parte, la Cancillería argentina, que fue la encargada de convocar la cumbre entre los ministros de Relaciones Exteriores por tener la Presidencia Pro Témpore del bloque, reafirmó su “voluntad de diálogo” con los miembros del Mercosur. Según cito Télam, el canciller Felipe Solá reiterará su “vocación de unidad” y su posición de “negociar” las distintas propuestas de los países.

ACUERDO COMERCIAL UE-MERCOSUR

La UE y el Mercosur firmaron el acuerdo comercial en 2019, tras 20 años de negociaciones, pero para entrar en vigor tiene que ser ratificado por los Gobiernos de la UE y por sus parlamentos nacionales, e incluso en algunos casos también por los regionales.

Austria por su parte ratificó su oposición al acuerdo ya sea mediante un protocolo adicional no vinculante, o dividiendo el acuerdo para facilitar la entrada en vigor de su parte comercial.
El Gobierno del país europeo transmitió su posición en una carta dirigida al primer ministro portugués, Antonio Costa, (Portugal preside al bloque por este semestre) en la que llamó a un debate sobre el Mercosur.

Como argumento, criticó establecer comercio independientemente de la pérdida de biodiversidad, ecosistemas y recursos naturales, en fuerte alusión a la deforestación en Brasil.

Adicionalmente, la ratificación del acuerdo con Mercosur la paralizan otros países como Francia, Bélgica y Países Bajos, que piden un refuerzo de controles medioambientales, pero también hay inquietudes por cuestiones de competitividad y agrícolas.

Según la defensora del Pueblo Europeo, Emily O’Reilly, el pacto firmado en junio de 2019 se cerró sin disponer de una evaluación de su impacto sobre la sustentabilidad. Así, explicó que tiene la intención de publicar la versión final de la evaluación de impacto sobre la sostenibilidad antes de someter a ratificación el texto del acuerdo comercial.

Comparte